"Enamorarse es como una forma de locura socialmente aceptable"
Cuando intentas
empezar a escribir una reseña para Her
(Spike Jonze, 2013) buscando quizás cómo clasificarla, te acabas convenciendo
que en realidad no importa demasiado la definición, ni si encaja en uno u otro
estilo. He leído por ahí que Her es
una película romántica de ciencia-ficción. Bueno, pues en cierto modo sí. Es
una película sobre el amor en un futuro no tan lejano.
Her se estrenó en 2013, cuando
las nuevas tecnologías ya estaban plenamente inmiscuidas en nuestras vidas y
cuando las redes sociales vivían un auge que parece no haber terminado aún. No
he tenido la oportunidad de ver este filme hasta 2019 y sí me parece que no debió
ser lo mismo verla 6 años antes, aún hablando de algo tan universal como el
amor. Y eso no significa que la haya atropellado el paso del tiempo, para nada!
¿Qué son 6 años...? Lo que
el viento se llevó acaba de cumplir 80. Pero ese punto futurista en el que
se desarrolla la película queda cada vez más desdibujado por la rapidez en la
que cambia nuestro mundo y sobretodo la manera de relacionarnos entre nosotros.
Twitter nació en 2006, Instagram en 2010 y la conocida aplicación para
encontrar pareja, Tinder, fue creada en 2012. Así que no es raro pensar que cada
año que pasa Her parece menos
futurista....
La película arranca
presentándonos a Theodor (Joaquin Phoenix), un hombre que trabaja escribiendo
cartas para otros en lo que ya nos venden como un método de comunicación “vintage”.
En lo profesional le va muy bien pero se encuentra solo, aislado y sumido en
una melancolía perpetua pegada a él noche y día. Se está separando de su mujer
Catherine, por decisión de ella, y sin entender demasiado bien el porqué, así que
decide vencer esa soledad empezando una relación personal con un O.S (sistema
operativo), diseñado exclusivamente para satisfacer todas sus necesidades. Samantha
(Scarlett Johansson) entra en su vida y arrasa con todo.
Theodor crea su O.S |
Que Theodor se
enamore de Samantha resulta quizás más raro para Theodor que para el propio espectador.
No cuenta con que las inteligencias artificiales, fruto de la programación,
puedan desarrollar emociones hasta el punto de enamorarse. Tampoco Samantha
comprende bien qué le pasa. No ha sido diseñada para ello, se lo encuentra de
golpe y lo gestiona como puede. Para ella es su primera vez, y lo vive con
tanta intensidad y pureza como quizás lo vivimos nosotros en nuestros primeros
amores.
Al final Her es la historia de un enamoramiento,
y hay que reconocer que en lo narrativo Jonze acierta de pleno. Construye un
mundo muy íntimo entre ambos personajes en el que el espectador se siente siempre
incluído, retratando situaciones, comportamientos y emociones en los que todos
nos reconocemos.
Her consigue que nos enamoremos con
ellos, que vivamos esa euforia, esa complicidad, esa necesidad del otro....
pero también la ansiedad, la frustración, los celos y el desamor. Cabe todo
porque todo eso es el amor. Cuánto más se ama más se sufre y ni Theodor ni
Samantha van a salir indemnes. Por supuesto el espectador tampoco.
Joaquin Phoenix como Theodor |
El guión está
firmado exclusivamente por Spike Jonze y se llevó el Oscar y el Globo de Oro
por mejor guión original en 2013, y no es para menos. A destacar los diálogos
interiores de Theodor intentando comprender en qué momento está, preguntándose
si ya ha sentido todo lo que se podía sentir, por qué decepciona a todos a su
alrededor...
Otro de los
aciertos del filme es la maravilla de relación que tienen Theodor y Amy, interpretado
brillantemente por Amy Adams, y que señala cuán importante es escuchar sin
juzgar, comprender o simplemente estar. Ambos
se necesitan para curarse, para cuidarse, en esa nueva vida que hay después de
la pérdida del amor.
Amy y Theodor |
Técnicamente no hay
duda que es, además, una película bella. Es cierto que abusa un poco de los
tonos cálidos, amarillentos y anaranjados, dándole tintes un poco Mr.Wonderful
en algunas ocasiones, pero en general no molesta. Es una película muy luminosa
en la que las escenas nocturnas se asocian siempre a la melancolía, la
introspección y la soledad. Jonze hace uso de la oscuridad y de la nieve (¿¿¿en
L.A.???) para su escena de la ruptura, hecho que le da mayor dramatismo y
trascendencia. La música, a cargo del grupo Arcade Fire, es minimalista en su
esencia y es otro acierto en la contrucción de ese mundo tan íntimo.
En mi opinión Her es una película que va de menos a
más, consiguiendo hacer verosímil lo imposible (¿o no tan imposible?), mérito de
la historia pero también de Phoenix y Johansson en sus interpretaciones. Me
deja en la curiosidad de saber como soportará el paso del tiempo, como se verá
en 10, 15 o 20 años y si las generaciones venideras podrán emocionarse como lo
hemos hecho nosotros o simplemente lo verán como algo muy normal: otra película
más sobre el amor.
Como anécdota decir
que Jonze rodó toda la película con la voz de Samantha Morton en el papel de
Samantha pero como no quedó convencido decidió
sustituirla por Scarlett Johansson, que no pudo ser nominada a ningún premio
por no aparecer físicamente en el filme. Sinsentidos académicos.
Desde Her Spike Jonze no ha rodado nada más.
Esperemos que no sea el síndrome de la obra maestra y pueda ofrecernos otra
historia original, emotiva y cercana como ésta.... o no.